Revolución individualista, pura mirada, éxtasis, fascinación por la imagen son los ecos de una posmodernidad que promueve, entre otras cosas, la caída de la utopías.
El presente se presagia ambiguo: Por un lado eterno, donde se pretende un cuerpo adolescente detenido en el tiempo, y por otro – ese mismo presente- se muestra fugaz e indiferente a proyectos futuros.
El consumo, la publicidad y los medios hacen un culto de la imagen, trastocando inexorablemente la percepción de la realidad.
Cuerpos sufrientes, alienados en envases que venden completud y belleza, son los encargados de defender una estética que reivindica la delgadez extrema, marginando a todos aquellos que por distintas razones no se unen a sus filas.
Anorexia – Bulimia – Imagen-ismo, son los efectos de esta violencia cultural que se instala cómodamente en cada uno de nosotros y nos recuerda a partir de la mirada obscena en el espejo, como debemos ser, como debemos movernos y hasta como debemos sentir.
Entre el humor y el drama, jugando con el mito de Narciso, “IMAGENISMO” es reflejo de vivencias conflictivas que se desatan en un mundo vertiginoso regido por la lógica del video clip y la cultura de la imagen.
La obra transcurre en un centro de autoestima en el cual se entrecruzan las historias de sus extraños protagonistas.
La salud y la enfermedad se muestran sin tapujos resaltando con humor los efectos de un universo impregnado de vacíos e imposibilidades.
Representada en el año 1995
El cuerpo de la imagen
El de-venir hombre
La diferencia sexual y sus máscaras
Violencia simbólica
La degradación de objeto